Al fin me actualizo en mi lista de conciertos disfrutados recientemente… el último que me quedaba por decir el de Neil Young.
Fue en el Primavera Sound… a finales de mayo.
Nunca había asistido al Primavera Sound ni me apetecía mucho, no soy amante de estos macro festivales… pero al presencia de Neil Young era una oportunidad irrechazable. Era su segunda actuación en Barcelona… y quien sabe si con 64 años que tiene, la última.
El concierto empezó con un poco de retraso… con un público inquieto y dispuesto a disfrutar de un mito del grunge.
Salió al escenario Young… saludo con la mano e inicio de lo que, creo yo, que todo el mundo esperaba.
Neil Young saco su genio… su electricidad… su sentimiento tocando. Se le notaba entregado en cada una de las notas que rasgaba con su mano… en cada nota que salía de su garganta. Fue una puesta en escena sencilla pero impactante… musicalmente muy potente.
Después de tocar varios clásicos vibrantes… estuvo alrededor de unos 45 minutos, sacó su lado menos salvaje. Guitarra acústica en mano y harmónica en el cuello deleitó a los presentes con un gran sonido… nitidez y buen hacer fueron los dominantes durante un rato… la tranquilidad inundaba el forum, la gente seguía entusiasmada con el espectáculo.
Tras el descanso acústico Neil sacó otra vez la garra… volvió a coger la guitarra eléctrica y de nuevo volvió a marcar el ritmo exaltado… cargado de distorsión y pasión a partes iguales para terminar rompiendo las cuerdas de la guitarra y doliéndose de algún dedo por su tosco estilo de tocar.
Para mi fue un concierto memorable… histórico y sin duda si de nuevo se acerca por la tierra iré a disfrutar otra vez del joven Young.
Fue un placer.
martes, 30 de junio de 2009
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1 comentario:
Doncs a mi aquest home mai m'ha agradat. Especialment la seva manera de cantar. Trobo que desafina molt. I les seves cançons tampoc maten. Ara m'odiaràs! :-D
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