El tiempo avanza inquebrantablemente… pasa por encima de nosotros sellándonos con surcos encima de nuestra piel… deponiéndonos evocaciones que jamás podremos borrar de nuestro ser.
Todo tiene etapas en este tiempo… las personas… los músicos… las bandas… los objetos... los instrumentos. Todo, todo depende del tiempo.
Nada se libra de tener mejores o peores ciclos… nada, absolutamente nada, tiene una vida perfecta… una vida llena de placeres durante toda su presencia.
Hay gente que vive de su glorioso pasado… la hay atrapada en el presente que espera disfrutar de un futuro no muy lejano… la hay que nunca se movería del presente en el que fruye… y la hay que nunca hubiese querido existir.
Hay objetos que nunca franquean el tiempo, siempre están en el presente… los hay olvidados en un rincón, pudriéndose desde el día su creación… los hay esperando vivir en el más allá, sin saber aun porqué serán utilizados… los hay que nunca existirán incluso estando, pasarán inadvertidos.
Los objetos no sienten… no notan nada de lo que pueda suceder con ellos… las personas sí perciben… sí piensan.
Da igual lo que hagamos con los objetos… pero es intolerable que dejemos que una persona se sienta mal… que dejemos que alguien desfallezca en vida por falta de ilusión… que dejemos que el presente apague a un ser y nadie haga nada para volver a encenderlo… es intolerable.
Muchas veces recordamos tiempos pasados… muchas veces queremos mirar hacia un futuro ilusorio… quedémonos en el presente y lidiemos para que sea lo mejor posible.
Yo lo intento sin parar… no pienso contenerme. Y aún, en ocasiones sin recibir nada, no pienso parar de demostrar que una sonrisa… una broma… un gesto… puede hacer que una persona se sienta mejor… se que, tarde o temprano, esa mueca volverá hasta donde yo esté… atrapado en algún lugar… esperando en el tiempo.
Volverá... esperaré.
lunes, 5 de enero de 2009
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1 comentario:
Volverá... seguro!!! Tiene grandes razones para hacerlo ;)
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