XXI Festival de blues de Cerdanyola… noche de blues.
La noche prometía… Eric Sardinas y Raimundo Amador eran el cartel de la gala.
Se apagan las luces y empieza el show… el primero Eric Sardinas & Big Motor… sería mi tercera vez en presenciar ese talento tocando blues, pensé que nada me podría sorprender, no obstante Eric y su guitarra lograron sorprenderme y encender los ánimos de un público inicialmente frío.
Eric Sardinas encandilo al público con su sonido… su increíble manejo de la slide guitar… su voz… su fuerza sobre el escenario… su blues acústico… y una asombrosa forma de improvisar y versionar sus propios temas.
Eric nos dio una noche de blues del delta pasado por sus turbulentas manos… el primer concierto de la noche fue de aquellos que te dejan con ganas de que no se vaya… disfrutó e hizo disfrutar… sintió e hizo sentir.
Acto seguido… y aun con ganas de escuchar a Eric Sardinas de nuevo sale al escenario Raimundo Amador, y la verdad es que me apetecía escucharle ya que nunca lo hice antes… o eso creía.
Con Raimundo la cosa varió mucho… fue un concierto con demasiado volumen y demasiados temas antiguos… no hubo sorpresa.
Músicos brillantes mal acompañados por una mesa de sonido y con repertorio invariable desde hace diez años… Raimundo vive de su excepcional época en la que grabó “Noche de Flamenco y blues”… y no evoluciona.
El concierto de Raimundo se fundamentó en tocar aquellos temas conocidos como “Bolleré”… “Hay que gustito pa mis orejas”… y casi todos los del mencionado disco. Aunque tuvo momentos brillantes con la aparición al escenario de Eric Sardinas (el público volvió a enloquecer) y Ñaco Goñi con su harmónica.
La noche que empezó con un excelente nivel musical y acabó siendo una mala repetición de los mejores momentos de Raimundo Amador. Lástima, si bien me fui con buen sabor de boca.
domingo, 12 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario